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Un Fin de Semana Repleto de Protestas, Policía y R...

Un Fin de Semana Repleto de Protestas, Policía y Reclamos por Justicia en Chicago

Una de las voces detrás de las protestas contra el exceso de fuerza de la policía con la comunidad Afroamericana.

El 25 de mayo, la policía de Minneapolis arrestó a George Floyd, un hombre Afroamericano de 46 años, después de que un empleado de una tienda de conveniencia llamara al 911 acusando a Floyd de comprar cigarros con un billete falso de $20. 

Los eventos que sucedieron 17 minutos después impactaron al país por días, y quizás, también al futuro del país.

En los videos grabados por testigos y las cámaras de seguridad, se puede ver al policía Derek Chauvin forzar a Floyd al suelo y luego poner su rodilla en el cuello de Floyd por 8 minutos y 46 segundos, según la queja criminal que fue hecha en su contra. Chauvin siguió arrodillándose en el cuello de Floyd aun después de que Floyd dijera que no podía respirar, y también cuando Floyd perdió la conciencia y todavía un minuto después de que llegaran los paramédicos.

Después de que el video se compartiera ampliamente, las protestas empezaron en Minneapolis el día siguiente. Derek Chauvin, así como los tres oficiales que estuvieron involucrados en el incidente, fueron despedidos por el Departamento de Policía de Minneapolis. Para el viernes, Chauvin fue arrestado y acusado de asesinato en tercer grado y homicidio imprudente, y una ola de protestas se levantó en todo el país. Todavía no tiene acuerdo de culpabilidad

En Chicago, las protestas por George Floyd fueron dirigidas en parte por #BlackLivesMatter (BLM), y se entrecruzaron el sábado con las protestas de CAAPR por la abolición de las prisiones. 

Troi Valles, una miembra de BLM Chicago y organizadora de la Alianza Contra el Racismo y Represión Política Chicago, (CAAPR por sus siglas en inglés), dijo que ya se había planeado un “Día de Protesta” mediante una caravana de carros planeado por la causa  #FreeThemAll, un movimiento contra la brutalidad policial enfocado en “liberar la gente de la prisión.”

“Teníamos planeado tener el 30 de mayo como un día de protestas desde hace dos semanas,” Valles dijo. “Entonces la manera en que coincidió fue por casualidad. Es una coincidencia. Originalmente, solo debió ser una caravana de carros.”

CAAPR, dijo Valles, ha organizado caravanas de carros en los últimos meses como una manera de protestar para que la gente pueda participar y a la vez seguir practicando distanciamiento social durante la pandemia de COVID-19. 

“Cuando lo de George Floyd sucedió anteriormente en la semana, teníamos una energía viniendo [de la muerte de Floyd] y decidimos cambiar unas cosas, como cambiar el nombre de nuestra acción,” dijo Valles. 

Para la tarde del sábado, las protestas que empezaron la noche del viernes en Chicago y otras ciudades y suburbios se extendieron y se intensificaron. 

Iris Graziano-Fleming, una estudiante de la Universidad Estatal de Illinois y residente de Chicago, atendió la protesta de CAAPR por caravana de carros, que empezó en La Villita en la cárcel de Cook County, y luego se movió a la Plaza Federal en el centro de Chicago. 

“Fui en la protesta por carro y siento que fue una experiencia diferente que la gente que andaba en pie,” dijo Graziano-Fleming. “Había muchas calles bloqueadas y puentes cerrados. Me sentí atrapada a veces, como que tenían la intención de contenernos en un lugar y darnos miedo.”

Graziano-Fleming, como muchos otros manifestantes, vio los puentes en el centro cerrados y el anuncio del toque de queda a las 9 p.m.. Esto dio a los manifestantes en el centro solo media hora para irse del área, y para esa hora, se habían intensificado las respuestas de la policía y de los manifestantes. Algunos carros de la policía estaban en llamas y los saqueos habían empezado en la avenida Michigan, donde muchos manifestantes también fueron arrestados

Los que fueron parte de la caravana de carros duraron horas en la intensa escena del centro de la que, con los puentes cerrados y calles cerradas, se hizo más difícil salir. 

“Me sentí segura porque supe que podía quedarme en el carro, pero estaba preocupada por los que no tenían un lugar así,” dijo Graziano-Fleming. “Abrí mi carro para la gente, había niñas que necesitaban cargar su celular, y ayudé gente a encontrarse con sus amigos. Fue como una comunidad de gente que se hizo.”

Otros manifestantes, como la estudiante de la Academia de Matemáticas y Ciencias Lindblom y organizadora comunitaria Essence Gatheright, atendió a pie. Ella empezó en la Plaza Federal, circuló el área y caminó hacia la Torre Trump. Gatheright dijo que en ese momento había una presencia policial más grande y que algunas calles tenían barreras. La multitud de gente empezó separarse sin dirección clara. 

“Los grupos ya no estaban juntos, fue algo raro… La gente estaba por todos lugares, al principio había un grupo o dos, pero ya había gente caminando en varias direcciones. No sabía que hacer,” Gatheright dijo. Ella, su hermana y la amiga de su hermana decidieron ir a casa; pero cada parada de tren de CTA al que se acercaron estaba cerrada. “Cuando vi que estaba atrapada en el centro, me di cuenta que esto es más grande que yo por que había gente que estaba atrapada ahí, y yo sabía que tenía amigos atrapados ahí y quise asegurarme de que ellos llegaran a su casa salvos.”

Las estaciones del CTA ubicadas dentro o cerca del Loop fueron cerradas la tarde del sábado, y el CTA fue cerrado totalmente la noche del domingo

“Yo trabajo en [La Escuela de Libertad de Chicago] y pensé, ‘¿podemos abrir el espacio? Tenemos que tener algo, estoy en el centro y no puedo llegar a casa. Yo ni sé qué hacer,’” Gatheright dijo. La organización, ubicada al sur del Loop, abrió sus puertas a los manifestantes varados, dándoles un espacio para comer, cargar sus celulares y encontrar una manera de llegar a sus hogares. 

Desde el sábado, ha habido críticas en todo el país acerca de los saqueos y daño a propiedades que sucedieron a la misma vez que las protestas pacíficas, así como críticas por el uso de violencia por parte de las fuerzas de la ley durante las protestas. 

“Por parte del CAAPR, no aprobamos los saqueos, ni cualquier tipo de vandalismo. Pero sí entendemos por qué la gente se siente de esa manera, y de dónde viene esa energía,” Valles dijo. “Puedo decir por mí, personalmente, que critico a la gente que comenta sobre la violencia y la gente destruyendo la propiedad, pero que no dicen nada de la violencia que se produce todos los días por parte de la policía. Es una doble moral, eso pienso yo, personalmente.”

Durante una rueda de prensa la noche del sábado, el superintendente de la policía de Chicago David Brown dijo que la policía estaba usando aerosol de pimienta y arrestando gente para “prevenir saqueos.” La alcaldesa Lori Lightfoot dijo que la ciudad apoya a los manifestantes pacíficos, pero llamó “criminales” a los manifestantes que se enfrentaron contra los oficiales. 

“Aplaudo a la gran mayoría de individuos que vinieron a hacer un cambio verdadero de manera pacífica,” dijo Lightfoot. “Pero para todos los demás, estoy aquí para hablar de vuestra temeridad y falta de respeto obscena a la causa honesta que estáis tratando de apropiaros.”

Las manifestaciones del sábado y el domingo parecieron ser más importantes que la inseguridad nacional: la amenaza de COVID-19.

Aunque los manifestantes en Chicago llevan mascarillas, siguen corriendo un alto riesgo a exponerse a COVID-19 cuando están en grupos grandes, donde parece difícil, sino imposible, mantener el distanciamiento social. 

Los oficiales de la ciudad han decidido moverla a la próxima fase, la fase 3, del plan para abrir de nuevo la ciudad. Los oficiales de salud urgen a los manifestantes que se pongan en cuarentena por 14 días. 

Los manifestantes siguieron el día siguiente domingo y el lunes, resultando en más de 1,000 arrestos, casi 700 solo el domingo, muchos de ellos a causa de los saqueos en las zonas sur y oeste de la ciudad.

Mientras la semana prosigue y las protestas continúan, algunos aún piensan que la necesidad de acción es alta siempre y cuando la brutalidad policial continúe.

“Estoy desilusionada con las noticias últimamente, y me hacen pensar en todas las veces que esto ha pasado en la historia,” dijo Graziano-Fleming. “He aprendido de esto, y me arrepentiría si no pusiera de mi parte para tratar de hacer un cambio.”

Para los que quieren protestar pero no pueden asumir el riesgo elevado de COVID-19, organizaciones como CAAPR está dando recursos para apoyar el movimiento “desde casa.”

“Tenemos herramientas para que la gente pueda participar desde su casa. Está muy enfocado en usar las redes sociales. Tenemos ejemplos de tweets que uno puede copiar y twitear y usar hashtags, para que la gente nos ayude a ser viral. Compartiendo esto, y dando un like, nos ayuda,” Valles dijo. 

Valles también mencionó un llamamiento al governador pidiendo el perdón para quienes CAAPR considera que han sido condenados injustamente (tal como Gerald Reed, que su caso CAAPR aboga especialmente) y clamando por perdones de emergencia para sobrevivientes de tortura, lo que también es fácil de hacer desde casa. 

Va a haber un momento en el que las protestas vayan probablemente a terminar, y mucha gente eventualmente va a tener que navegar el mundo incierto de COVID-19. Valles dice que la acción continua va ser la manera en que las demandas de las protestas se cumplan. 

Obteniendo el Consulado Civil de Responsabilidad de Policía (CPAC por sus siglas en inglés) es una manera que los Chicagoenses pueden lograrlo, según Valles. 

“Estamos tratando de que esto se implemente en Chicago,” dijo Valles. “Si es implementado, la gente tendría el poder de contratar y despedir al superintendente de policía, tendríamos el poder de imponer disciplina. No de tener el poder de recomendar que los oficiales sean disciplinados, pero sí de despedirlos.”

Antes de la protesta, CPAC ya tenía más de 60,000 personas apoyando la ordenanza, según los estimados de Valles, y también el apoyo de 19 concejales en la ciudad. Ella dijo que apoyando CPAC y organizaciones que lo apoyan podría ser la manera de conseguir que haya más inclusividad y una manera de trabajar con las comunidades que incremente la vigilancia y la resolución de conflicto. 

“Tengo esperanza de que la gente se implique. Es bueno que la gente esté en las calles,” dijo Valles. “Pero espero que la gente se implique, si no con nosotros o BLM, con alguien más al que quieran apoyar y empezar a ir a reuniones y eventos, que se involucren de verdad, y de una manera más sistemática.”

Foto de encabezado por Grace Del Vecchio, 14 East

Traducido por Richard Requena, 14 East